Hace poco meditaba en el mejor postre para quedar bien cuando de eventos e invitados se trata. Aceptémoslo, es complicado complacer a todo el mundo con un postre porque los habemos de todos tipos, a quien le gusta lo dulce, lo chocolatoso, mezclar chile con dulce, acompañarlo con el café o té de la tarde, y quienes abordan los postres con temor.
La realidad es que no hay un postre para complacerlos a todos, pero sí hay postres que nos otorgan una solución... versatilidad.
Las tartas son un tipo de postre, en su mayoría, de fácil elaboración. Muchas de ellas podemos realizarlas incluso sin horno, porque hay que admitir que cada que nos acercamos a él se arma una pachanga.
Una de las formas en las que más me gusta preparar una tarta es con masa quebrada o masa sableé. Es una masa simple para realizar, definitivamente no requiere el cuidado de una masa hojaldrada, y es manipulable y adaptable a los diferentes sabores. Siempre me gusta aniquilar ese temido sabor a huevo con alguno que otro cítrico y esta masa lo acepta bastante bien.
Así que me he decidido a compartir con ustedes las características de un par de tartas que he experimentado: tarta de frutos rojos y pay banoffee. En realidad se trata de un par de tartas muy sencillas y fáciles de elaborar. La tarta de frutos rojos es la clásica tarta hecha con masa sableé y crema pastelera que lleva como topping las frutas que más nos gusten, incluso se pueden usar frutas almibaradas. Es una receta bastante simple cuyo detalle principal es no hacer huevos revueltos al momento de preparar la crema pastelera.
En el caso del pay banoffee, se trata de una tarta inglesa cuya combinación entre bananas y toffee tienen como resultado esta receta. No es más que una mezcla entre dulce de leche (toffee), plátanos, crema batida y una base de galleta de vainilla. En realidad es algo bastante sencillo de preparar y sorprendentemente tiene un resultado inesperadamente menos dulce de lo que parecería. Finalmente culminamos con una crema batida con un toque de cacao o canela.
Pasando a la parte del maridaje, la verdad es que también puede ser bastante versátil, pero a mí me encanta disfrutar estas tartas con un buen té Tie Gua Yin, un exquisito Oolong de origen Chino que es más bien floral o quizás un té negro Ceilan de Sri Lanka por su sabor intenso y especiado.
